miércoles, 16 de enero de 2013

La Divina Unidad.


Hace un par de días termine de leer el libro “Las Voces Del Desierto” de Marlo Morgan.  De hecho cuando iba por la mitad del libro, ya tenía ansias de terminarlo para escribir sobre él. Luego esa inspiración se fue, las palabras y la voz en mi cabeza que me dice que escribir se calló, como algunos diría “tremendo bloqueo me agarre” y ahora estoy acá, son las 3:30 de la mañana, desvelada, la casa en silencio y trato de encontrar ese momento de inspiración para que todo esto fluya! Espero funcione!

En simples palabras el libro trata de una mujer de unos 50 años, norteamericana, médica, que es llamada por una tribu de aborígenes australianos, en el libros llamados como “los Auténticos”, para hacer un walkabout, eso es un retiro a la vida errante de las regiones del interior de Australia, común en las comunidades nativas australianas. Para este “retiro” es despojada de TODO lo que posee en el momento y llevada hacia lo más profundo del desierto australiano, durante este recorrido le enseñan su “cultura” (sus costumbres, su forma de alimentarse, de comunicarse, de relacionarse entre ellos y para con el resto de los seres vivos) y su “religión”(?), en este caso supongo que espiritualidad es la palabra más indicada.

El fin último de esta travesía era para que ella lleve un mensaje a la sociedad moderna, un mensaje de comprensión para con nosotros mismos y para con el resto de los seres, no solamente comprender de que el modo de vida que estamos llevando es auto-destructivo para con nosotros mismos, sino que también estamos creando desequilibrio en el ciclo natural. Los Auténticos entienden que en esta tierra hay recursos suficientes para todos los seres vivientes, la forma en la que tomemos estos recursos y lo que luego hagamos con sus “desechos” es la clave para mantener el equilibrio y asegurar que ese recurso sea sirviendo para otros seres vivos, así como para otros humanos.  El desapego a las cosas materiales, o más bien seria el no atribuirle más valor del que se merecen. Todos los objetos tiene un fin, un propósito, cumplido éste no vale la pena conservarlo. De esa forma nos llenamos de objetos entorpeciendo nuestro paso por esta vida. Cada cosa en la vida tiene su momento, debemos aprovechar ese momento y luego dejarlo ir, eso ya pasó y nos hizo mejores personas y ahora tengo que seguir en mi camino. Y también cumplir una promesa llevada al cabo por “el alma” de ella y del “jefe de la tribu” antes de nacer, la promesa de volver a encontrarse en esta vida después de cumplidos sus 50 años.

Al momento en que concluía con la carta de la autora para los lectores, ella hablaba sobre la creencia o no en la veracidad de los hechos, así que empecé a buscar por internet que se decía sobre el libro y la autora. En esa búsqueda encontré desconfianza y descrédito hacia la autora y el libro, muchos ningunearon la historia, otros directamente la echaron al tacho. Que creo yo de todo esto? Bueno, la historia puede ser o no verídica, y sinceramente no me interesa entrar en esa discusión *eso sería muy bajo*.  Sin embargo, no puedo dejar de pensar en lo interesante que es la historia, en la cantidad de mensajes sobre La Vida, la muerte y ese “señor” que algunos llaman Dios y la “señora” que algunos llaman Naturaleza, y lo que Los Auténticos llaman “Divina Unidad”. Sinceramente si has leído TODO el libro y lo único que te importa es si la historia es verídica o no, es porque no has entendido nada…

Muchas frases, e incluso párrafos me han quedado grabados no en la memoria, si no en el corazón, cosas como:
“en aquel mismo momento estaba aprendiendo una lección, nunca digas <<jamás>>[ …] la palabra jamás no deja espacio para las situaciones inesperadas, y jamás indica un lapso de tiempo demasiado largo.”.
Los seres humanos no pueden existir si eliminan todo lo desagradable en lugar de comprenderlo.”
Sólo si es por el bien supremo de la vida en todas partes”
……
 Termino diciendo que en algún momento de mi vida me encantaría vivir una experiencia así, solo vivir la experiencia de mi vida con mis manos vacías...

xo