Que hacemos cuando las palabras no nos salen y el dolor nos
desgarra?. Te fuiste sin aviso, y acá me dejaste con esta soledad que ya no sé cómo
llevarla. Yo sabía vivir en soledad, yo sabía "bancarme las sola",
pero un día llegaste y todo eso cambio, estabas vos, siempre ahí, a la
distancia pero estabas... y ahora? ahora solo hay un eco de silencio. Ese
silencio me aturde, mis pensamientos me aturden, mi vida está perdida buscando
un sentido a todo lo que paso y mi cabeza solo quiere negar como se siente todo
esto.
Negar es la única forma que encuentro para pasar el momento,
mentirme con un "No duele" " no sufro" ""No te
extraño" hace parecer todo más llevadero, como si de verdad estuviera
bien. Negar es la única forma que encuentro para no preguntar cosas que no sé cómo
preguntar y para no escuchar respuestas, que creo, no quiero escuchar.
Quisiera llorarte, pero mi orgullo me gana, me detiene y me
ahoga. Quisiera extrañarte, pero como extrañarte si nunca te tuve de verdad.
Quisiera que nunca hubiese pasado esto, porque amar sin AMAR es triste, porque
extrañar sin EXTRAÑAR es triste, y porque esta noche esa tristeza es lo que me
ahoga, es lo que ahora me borra la sonrisa.
Antes.
Antes mantenía todo sencillo, sin involucrarme, y es que en
realidad yo y mi soledad siempre nos llevamos bien. Antes era todo más fácil.
Pero en algún momento las cosas cambiaron, mi soledad fue desplazada por tu
presencia, me acostumbre a ella, me gustaba sentirme así. Aunque nunca supe
bien en que momento paso todo eso... Lo que si se es que ahora me tengo que
volver a encontrar con mi soledad, hacerme amiga de ella de nuevo.
De alguna manera me sacaste mi armadura y me entregue así,
desarmada y sin ninguna defensa, y así me dejaste, desarmada y rota en pedazos.
Ahora debo volver a juntar los pedacitos en los que me rompiste y volver a re-armarme, reconstruirme, encontrarme.
Cierres.
De cierta forma nunca fui buena dando cierres, me niego
totalmente a ellos, encierro toda clase de sentimiento que me generan y los
guardo en una cajita bien chiquita y bien cerrada, todo para no sentir, la
verdad es que así duele más.
Vivir en la negación duele y cuesta caro, y hoy no estoy
dispuesta a pagarlos, quiero cerrar bien, entendiendo que paso, Pero no
encuentro la forma, no sé cómo hacerlo, no sé cómo enfrentarlo. Así que por
ahora el miedo y la negación van ganando.
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